19/Agosto/2002
Ivonne Caballero

La  música de la radio se interrumpe, un locutor anuncia en tono solemne: “Momentos de Reflexión del Grupo Kardyni Internacional” comienza la  perorata: 

- “He tenido muchos problemas en mi trabajo, mi novia me abandonó inexplicablemente, yo quisiera saber quién me está haciendo daño, no puedo dormir, tengo pesadillas, mi madre enfermó gravemente, los doctores la han diagnosticado sin saber qué le ocurre, por favor ayúdenos”. 

-“Amable amigo, gracias a la información que me envías puedo saber que lo que a ti te ocurre es que la novia con la que terminaste hace dos meses no se ha resignado a perderte y se ha valido de embrujos para que vuelvas con ella,  estos hechizos maléficos también  afectaron a tu mamá; el daño aún no es tan grave pero yo necesito que me vengan a ver para poder curarlos, ¡Hazlo ahora mismo¡ antes de que  sea tarde”. 

Así, con sus constantes “reflexiones” Grupo Kardyni Internacional promueve sus servicios “purificadores” con spots en estaciones de radio y televisión en estados como Veracruz, Guerrero, Tabasco, Oaxaca y Puebla entre otros, a un auditorio ávido de alivio pronto y efectivo para sus dificultades del alma. 

Su influencia económica es innegable: en radio se escuchan diariamente un promedio de 10 anuncios de dos minutos y en televisión programas de media hora que se repiten en diversos horarios. 

En las radiodifusoras existe hermetismo respecto a la información de este tipo de publicidad, nadie se enorgullece de tenerlos como clientes, sin embargo, pagan bien y  no hay concesionario que se resista a transmitir lo que a todas luces es una estafa porque el negocio de las almas es bastante redituable. 

En Puebla, Grupo Kardyni Internacional gasta mensualmente en spots de radio más de $200 mil pesos repartidos entre 4 estaciones; 2 de Grupo Acir, 1 de Marconi Comunicación y otra más de Mastretta Guzmán y Asociados. 

Lo anterior, sin contar lo que invierten en televisión. Según cálculos realizados por e-consulta las cifras son superiores a los 300 mil pesos mensuales si se toma en cuenta que la tarifa de un minuto en televisión tiene un costo promedio de 3 mil quinientos pesos a nivel local, aunque puede variar porque los programas titulados “Momentos de Reflexión” se transmiten en horarios diferidos a través de distintas repetidoras locales y se contratan desde la ciudad de México según datos proporcionados por Televisa Puebla. 

La farsa mediática 

A través de sus “Momentos de Reflexión” televisivos Kardyni emplea la misma técnica para engañar que en la radio: una persona presa de las “maldades” de seres negativos escribe o llama  para pedirle su ayuda, el adivinador con sólo saber su nombre y fecha de nacimiento le indica cuál es el motivo de su  mala vibra y como generalmente los casos son muy graves, entonces la instrucción inmediata para el necesitado es visitarlo en el consultorio para ofrecerle el tratamiento que le devolverá la suerte en medio de un discurso con sus respectivas dosis de alarma y chabacanería. “Amable amigo, hay gente sin escrúpulos que a través de una comida hace el mal, tenga cuidado a quién le regala su foto o dónde deja sus objetos personales porque le pueden hacer daño con un pedazo de cabello, con una prenda personal, hoy en día hay muchos que por envida o maldad recurren a cosas de la ciencia oculta…”. 

Elemento importante de todos aquellos que negocian con la fe es sin duda el amuleto, y Kardyni lo tiene; ofrece a quienes no se atreven a visitarlo una manera de evitar las energías negativas: “Grupo Kardyni Internacional viendo la necesidad tan grande que hay por tanta envidia y maldad ha creado la Cruz Magnética del Gran Poder con todo y su cuarzo que irradia  magnetismo, para que todo aquel que la posea rechace envidias, odios y resentimientos”. 

La famosa cruz tiene un costo de $600 pesos pero como promoción especial Kardyni la ofrece a mitad de precio con derecho a una consulta gratuita, el primer paso de un viacrucis espiritual que ha  de llevar a los ingenuos por diversos caminos para llegar a un sólo fin: la pérdida de su tiempo y dinero, mucho, pero mucho dinero.