16/Diciembre/2002
Beatriz del Castillo

El cambio de uso de suelo; la modificación del trazo original del periférico y el otorgamiento de permisos para construcción por parte del ayuntamiento sin cumplir los requerimientos oficiales son algunas de las irregularidades que se detectaron en el bosque de Lomas de San Alfonso a raíz de que las constructoras Haras y Monterrey talaran árboles en la zona para la edificación de los fraccionamientos “Pedregal La Calera”, “Haras Hípico La Calera” y “Haras”.

De acuerdo al Periódico Oficial del día martes 14 de Marzo de 1995, se autorizó el cambio de uso de suelo a dos predios –de 29 hectáreas- propiedad de Gonzalo Bautista O’ Farril de H0 zona de reserva, a H1 y H2 consideradas par la construcción de aproximadamente 15 viviendas por hectárea, “y el parque urbano se sustituye por un área igual en la misma propiedad del promovente para la construcción del trazo del anillo periférico y una zona de protección ecológica”.

Sin embargo, Eduardo Alcántara, regidor de Ecología, explica que en 1995 el trazo definido para el periférico no pasaba por estos predios, sino que atravesaba una parte de la Sierra de Amozoc más cercana a ese municipio que a Puebla. En 1999, cuando se ratifica el cambio de uso de suelo de estos predios, se modifica el paso del periférico:

“Lo extraño es que el trazo del periférico se modificó al que originalmente se tenía planeado, esto implica una especulación muy fuerte sobre los terrenos porque van a quedar exactamente frente a donde va a pasar el periférico”, señaló.

A pesar de que los predios son considerados para la construcción de casa habitación, no son aptos para edificar más de 15 casas por hectárea (H2) y el número de viviendas que grupo Haras edificará excederá en mucho esta cantidad, lo que podría traer consigo una serie de complicaciones pues, por lo accidentado del terreno, no es viable introducir los servicios que requerirá el fraccionamiento.

Cabe señalar que los predios donde se ha edificado este tipo de conjuntos habitacionales cuentan con el uso de suelo H6 (300 casas por hectárea ) y la zona permite introducir los diversos servicios para dicho número de viviendas.

Otra irregularidad radica en los permisos de construcción y fraccionamiento de los predios, pues aunque los representantes de las constructoras aseguraron a los vecinos de Lomas de San Alfonso contar con ellos, nunca se los mostraron, lo que podría significar que carecen de éstos. De contar con ellos la expedición fue irregular, indicó Armando Macip, jefe del Departamento de Inspección a la Industria de Sedurbecop , pues las empresas no presentaron el estudio de impacto ambiental y para que el Ayuntamiento pueda otorgar permisos de construcción primero debe evaluarse ese análisis.

De comprobarse que efectivamente se otorgó sin cumplir con el proceso legal, indicó el regidor Eduardo Alcántara, deberá denunciarse este hecho ante la Contraloría Municipal para que a los responsables se les adjudique una sanción administrativa y hasta la inhabilitación en el servicio público.

Las justificaciones

Una de las explicaciones que los constructores utilizaron para justificar la tala de árboles en la zona fue que éstos, eucaliptos la mayoría, tienen una plaga incurable por lo que debe cortarse para erradicarla.

En principio esto no descarta la responsabilidad de sustituir los árboles talados y además, de acuerdo con un boletín publicado en el Diario Oficial el miércoles 30 de enero de 2002, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) expidió una norma oficial para establecer los lineamientos técnicos para el combate y control de plaga en el  eucalipto.

La norma no considera la tala de los árboles sino diferentes tratamientos, desde el uso de algunas sustancias, hasta la utilización de insectos que pueden eliminar la plaga. Además se anexa en la publicación un formato para llevar el control de cada árbol hasta la curación.

Los vecinos de Lomas de San Alfonso, representados por Janitzio Badillo –quien en entrevista con este medio se deslindó de la asociación de colonos del señor Mario Gutiérrez, presidente de caiga quien caiga menos un árbol- presentaron ante diversas instancias la denuncia de la tala de árboles y el peligro en el que se encuentran  3 mil más pues están marcados con una línea roja, que en los aserradores es señal de tala.

También externaron su preocupación por que se irrumpa en esta zona, pues de acuerdo con un estudio que los colonos solicitaron a investigadores universitarios, destruir este bosque implicaría un grave desequilibrio ecológico.

De acuerdo con el estudio, que fue realizado por tres urbanistas, un geólogo y un biólogo, en esta área habitan algunas especies endémicas tanto en fauna –donde se encontró que habita el cacomixtle, el tlacuache y aves como la lechuza- como de flora, pues se cuenta con una planta que es alimento de la mariposa monarca. En la zona también se encontraron fósiles vegetales como troncos carbonizados pues la zona se formó en el período cretáceo de la era mesozoica, lo que convierte a la zona en patrimonio ecológico, mismo  que sería gravemente afectado al construir en la zona.

El impacto más severo será la falta de agua, pues la zona forma parte de la recarga de los mantos acuíferos que alimentan a la población de la zona sur oriente de la ciudad y con la tala de árboles, al no retenerse el agua, llegaría a la zona baja de La Calera provocando fuertes inundaciones. Además, al no contar con la amortiguación que los árboles hacen al viento, el olor del relleno sanitario que se localiza en esa zona afectaría a las colonias colindantes, lo que dañaría la salud de los habitantes.

Ante estas conclusiones, los investigadores trabajan en una propuesta alterna para esta zona con el objetivo de resguardar el último pulmón cercano a la ciudad, mientras los colonos de San Alfonso pidieron a los regidores que apoyen el cambio de suelo de la zona y que vuelva a ser considerada como reserva, misma que podría ser abordada el miércoles en la última sesión del Cabildo y que será apoyada por la comisión de ecología.

Y es que, señalaron los investigadores a los que entrevistó e-consulta, urge una política ambiental congruente, pues no se explica cómo a pesar de que el gobierno del Estado contrató hace un año a una consultora ambiental propiedad de Lorenzo Pérez Arenas para realizar un plan ambiental para la restauración y conservación de los recursos naturales del centro-este de la ciudad, en el que se indicaba a las autoridades la importancia de preservar esta región, no se reestableció como zona de reserva y se permite el desarrollo de proyectos que contribuyen a la deforestación del lugar.