01/Abril/2004
Beatriz del Castillo

Ayer por la tarde falleció el ex gobernador de Puebla Alfredo Toxqui Fernández de Lara, quien estuvo hospitalizado los últimos tres días de su vida en la clínica San José del Instituto Mexicano del Seguro Social.

 El doctor dio a Puebla en la década de los 70´s la estabilidad que necesitaba después de un periodo largo de turbulencia, impulsado por 3 de sus antecesores: Rafael Moreno Valle, Gonzalo Bautista O´Farril y Guillermo Morales Blumenkron, los últimos dos interinos.

Pasará a la historia de la entidad como el gran estabilizador, el hombre de origen modesto que sirvió de ejemplo a varios políticos, incluido el actual gobernador Melquiades Morales Flores.

El 10 de septiembre del año pasado durante un homenaje organizado por el Colegio de Puebla donde le dieron la medalla “Puebla Heroica”, el presidente de la institución Jorge Efrén Domínguez opinó que para la historia fue un hábil político que reconcilió a Puebla bajo la certidumbre institucional y política.

 

El occiso era médico especialista en cirugía de tórax; fue catedrático de la Universidad Autónoma de Puebla; fundador y director en el estado del Instituto Mexicano del Seguro Social.

En su trayectoria política, además de haber sido gobernador de Puebla de 1975 a 1981, destaca su labor como diputado federal, como presidente de Cholula y como senador de la República.

De sus acciones a favor de Puebla sobresalen la reforma administrativa que realizó al inicio de su gestión, el impulso a la cultura, las gestiones que hizo para traer los restos del general Ignacio Zaragoza al mausoleo de la zona de los Fuertes y la creación del escudo que identifica al estado desde 1997.

Su importancia como priista fue tal, que durante el homenaje que recibió en el patio de San Pedro Museo de Arte Virreinal logró reunir a tres generaciones de políticos.

“Confieso que he vivido; nada más”, fue como concluyó hace unos meses una de las últimas entrevistas que dio a medios de comunicación.

 Por la noche sus restos fueron recibidos en el salón de Gobernadores de Casa Aguayo, sede del Poder Ejecutivo, donde se dio cita la clase política.

 Más tarde, su cuerpo fue trasladado a Funerales López, también conocidos como Maxon, donde llegaron sus familiares y amigos a darle el último adiós.