30/Octubre/2005
Mónica Camacho

Una vez más, las acusaciones de pederastia en contra del sacerdote Nicolás Aguilar Rivera, contra quien fueron presentadas cuatro denuncias en el estado y cerca de 26 en Estados Unidos, vuelven a resurgir, sin que se conozca el paradero de quien prestara sus servicios en la región de Tehuacán. 

En su conferencia de prensa dominical, el arzobispo Rosendo Huesca Pacheco fue entrevistado sobre este tema, publicado en la edición semanal de la revista Proceso; sin embargo, sólo se limitó a decir que desconoce el paradero del cura, quien desde tiempo atrás abandonó la entidad. 

A pesar de que existen denuncias en contra de Aguilar Rivera, comentó que hasta el momento ni las autoridades norteamericanas ni nacionales le han solicitado su declaración, pues informó que ya no ejerce enla Arquidiócesisde Puebla, aunque no recordó la fecha exacta de su salida. 

Hace aproximadamente año y medio, el Tribunal Superior de Justicia emitió una sentencia en contra del citado sacerdote, a quien sólo se le responsabilizó de ataques al pudor, por lo cual quedó libre con el pago de una fianza. 

Sin embargo, se conoce que fueron cuatro las denuncias presentadas en su contra tan sólo por habitantes de la comunidad de San Vicente Ferrer, en la región de Tehuacán. 

Así, en su edición de ayer el semanario Proceso sostiene que el padre Aguilar Rivera logró en las últimas tres décadas librar la prisión por protección del gobierno federal de Vicente Fox Quesada y el actual cardenal de México, Norberto Rivera Carrera, quien fuera obispo de Tehuacán. A continuación se reproduce parte del material presentado. 

“A finales de los años ochenta, Norberto Rivera Carrera, entonces obispo de la diócesis de Tehuacán, Puebla, en presunta complicidad con el cardenal Roger Mahony, arzobispo de Los Ángeles, California, urdió una ‘compleja trama internacional’ para dar protección a Nicolás Aguilar Rivera, un sacerdote pederasta mexicano que abusó sexualmente de 86 menores de edad, tanto en Estados Unidos como en México, destaca Proceso en su edición 1513 de este domingo 30 de octubre. 

”El diario estadunidense The Dallas Morning News, así como el libro Votos de castidad —que muy pronto se pondrá en circulación— dan cuenta de esta presunta complicidad ‘que hizo posible que el padre Aguilar delinquiera por décadas en ambos lados de la frontera con la protección de los cardenales de ambas jurisdicciones para eludir la acción de la justicia’. 

”Más aún, autoridades judiciales de Los Ángeles sostienen que el gobierno del presidente Vicente Fox se negó a colaborar con la justicia estadunidense para aprehender al sacerdote, quien actualmente sigue libre. 

”La Policíade esa ciudad hizo pública la correspondencia privada entre Rivera Carrera –quien actualmente es arzobispo primado de México— y Mahony, con base en la cual se pretende demostrar la supuesta protección que ambos brindaron al sacerdote. Las misivas pertenecen a los archivos criminales de esa corporación y forman parte de los juicios que se emprendieron contra la arquidiócesis angelina por encubrir a curas pederastas, publica Proceso en su edición de este domingo 30 de octubre.” 

Por otra parte, de acuerdo con una investigación que realizó el portal digital Noticias Vanguardia, las primeras acusaciones de abuso sexual contra Aguilar Rivera comenzaron en la década de 1970 en la región de Tehuacán. 

Sin embargo, fue en Estados Unidos donde se realizaron las primeras denuncias penales después de que en 1987 dejara un caso de violación enla Arquidiócesisde Los Ángeles, que se encuentra al sur de California. 

Después de 10 años y de librar cargos en Estados Unidos por la violación a 26 menores, se le acusó de abuso sexual en la nación. Sin embargo, los eclesiásticos mexicanos “lo mantuvieron en el ministerio e incluso después de ser encontrado culpable en el 2003”. 

Los ataques sexuales que cometió en el país después de su estadía en el país vecino los realizó en las comunidades de Catalina Cortez, en Cuacnopalan y en San Vicente Ferrer, todas pertenecientes o cercanas a Tehuacán. 

Los últimos informes del portal digital sugieren que al dejar la región poblana, regresó a la parroquia en la ciudad de México, “trabajando para el cardenal Norberto Rivera, antes de mudarse a un cargo en la catedral de la diócesis de la ciudad de Lázaro Cárdenas”.

 

Denuncian maltrato infantil en supuesta casa hogar católica

Por otra parte, el arzobispo solicitará al padre provincial franciscano de Puebla que levante una denuncia civil en contra de la casa hogar que es acusada de maltrato infantil y utiliza el nombre de esta orden, cuando ninguno de sus “clérigos” pertenece ala Iglesia. 

Señaló que la “Casa Franciscana” que se encuentra en el barrio de Xanenetla no tiene ninguna relación con la religión católica, por lo que utiliza los hábitos ilegítimamente. 

Solicitó a las autoridades municipales clausurar este centro pues no sólo engaña a la ciudadanía al realizar misas falsas, sino que practican también el abuso infantil; “yo no puedo clausurarlos, no tengo la fuerza pública para hacerlo”.