13/Marzo/2006
Javier Puga Martínez

Golpizas a los internos, venta de drogas, imposición de cuotas económicas para ver televisión, abrir tiendas de abarrotes y vender dulces o cigarros, forman parte del escenario cotidiano al que están sujetos los inquilinos del Cereso de San Miguel, desde el primer día de su ingreso hasta que concluyen su sanción o condena.

A través de una carta anónima, un grupo de 500 internos del Centro de Readaptación Social de San Miguel, piden la intervención del secretario de Gobernación, Javier López Zavala, para frenar la corrupción que existe al interior de ese penal, así como las “vejaciones y violaciones” a sus derechos humanos.

Se dijeron dispuestos a revelar sus nombres y toda su inconformidad a partir del momento en que sean aseguradas garantías de solución.

El documento, escrito a mano en ocho páginas de libreta, fue hecho llegar a esta redacción, lo mismo que a otros medios de comunicación. También fueron enviadas copias al gobernador Mario Marín; al secretario de Seguridad Pública, Mario Ayón; a los líderes de las bancadas de PRI, PAN y PRD en el Congreso; a Enrique Doger; al director del Cereso de San Miguel, Heriberto Galindo Martínez, y al director de Centros de Readaptación Socia del estado, Aldo Enrique Cruz Pérez.

Los internos relatan a López Zavala la serie de humillaciones a las que son sometidos desde el primer día que ingresan al reclusorio:

“Desde el primer día que ingresamos somos obligados por algunos internos, solapados por el personal de custodia y demás jefes, funcionarios, trabajadoras sociales, entre otros, a pagar semanalmente cien pesos, o más, por concepto de derecho a ver televisión, pues aquí, en los 15 dormitorios que hay, los concesionarios dueños de televisiones, videocaseteras, dvd, películas de todo tipo, rematan sus aparatos voluntariamente a fuerza y desde luego, de esta ganancia dan una parte en el área laboral.”

También se quejan del excesivo costo de sobrevivir en el centro penitenciario de San Miguel, donde todos los servicios que deberían ser gratuitos, como los baños, deben pagarse y en nada compensan la insalubridad existente.

Asimismo se concesionan las tiendas de abarrotes, a cuyos responsables les cobran cuotas excesivas hasta de 100 mil pesos. Inclusive los baños para las visitas que deben ser gratuitos, en el interior del penal son de paga: cobran 2 y 3 pesos y destacan por su falta de limpieza. “Son un verdadero foco de infección.”

Una de las inconformidades de los internos que resultan más graves, es que bajo amenazas —según el escrito— los funcionarios y custodios pretenden encubrir el verdadero negocio económico que resulta ser el Cereso de San Miguel.

“Recientemente (…) a los que tienen concesiones, ya sea de tiendas, restaurantes, fruterías y a los canasteros que venden cigarros y dulces, les dijeron que si venía alguna supervisión o reporteros o diputados de algún partido político, negaran que pagan algo por trabajar (…) que ellos se ganan la vida con su propio esfuerzo sin pagar nada.”

Tampoco escapa a la denuncia el tráfico de drogas que, a decir de los internos, también resulta una importante fuente de ingresos para los funcionarios y custodios, al mismo tiempo sirve para cubrir su corrupción.

“Si algún custodio o supervisor detecta o le informan que algún interno anda vendiendo droga, se la decomisan, le cobran una cantidad fuerte de dinero con la amenaza de que si no paga le abren otro proceso. Y ellos a su vez se las dan a otros de sus corredores para que la distribuyan.”

Piden también sean detenidas las constantes golpizas a las que son sometidos los internos: “aquí en el Cereso todavía las torturas y golpizas que le propinan a uno los agentes judiciales son totalmente reales y que sería como tapar el sol con un dedo si lo negaran cínicamente”.

Los inconformes apelan al cargo del secretario de Gobernación Javier López Zavala y “a su buen criterio” para poder resolver lo planteado en su misiva a la brevedad posible. Se dijeron dispuestos a revelar sus nombres y toda su inconformidad a partir del momento en que sean aseguradas garantías de solución.

“Sin más por el momento y en espera de su valiosa respuesta nos despedimos más de 500 internos del Cereso de San Miguel, quienes en el momento que sintamos (sic) su apoyo y que ya vamos a poder vivir como seres humanos, nos acercaremos con todo valor y sabrán quiénes somos. Por lo pronto omitimos nuestros nombres por temor a represalias.”


A continuación lea la carta completa que dirigen los internos del Cereso de San Miguel al secretario de Gobernación:

Sr. Lic. Javier López Zavala
Secretario de Gobernación

“Nos dirigimos ante usted cerca de 500 internos del Cereso de San Miguel para hacer de su conocimiento todas las violaciones, abusos y vejaciones a nuestros derechos humanos, a nuestra integridad física y moral.

“Empezaré diciéndole que aquí desde el primer día que ingresamos somos obligados por algunos internos, solapados por el persona de custodia y demás jefes, funcionarios, trabajadoras sociales, etc., etc., a pagar semanalmente cien pesos, o más, por concepto de derecho a ver televisión, pues aquí, en los 15 dormitorios que hay, los concesionarios dueños de televisiones, videocaseteras, dvd, películas de todo tipo, etc., rematan sus aparatos voluntariamente a fuerza y desde luego, de esta ganancia dan una parte en el área laboral.

“Así mismo, se concesionan las tiendas de abarrotes, se les cobran cuotas excesivas hasta de 100 mil pesos, y por lo mismo, los precios son exorbitantes; no dejan entrar ningún artículo ya sea víveres, cigarros, ropa, etc., pues existe un monopolio; inclusive los baños para las visitas deben ser gratuitos pero son de paga, cobran 2 y 3 pesos y ni siquiera están limpios. Son un verdadero foco de infección.

“Y en los dormitorios ni se diga. El día que envíe usted una supervisión podrán constatar que es un peligro para la salud. Son focos de infección en su máxima expresión, pues hay charcos que parecen pantanos con enjambres de moscas pululando y ese es un alto riesgo de contraer dengue y otras infecciones contagiosas, sobre todo.

“También aparte de tener los baños concesionados a un señor de nombre Diego Grande Castillo, quien es un tipo arbitrario y abusivo pues presta dinero a rédito con el 40 por ciento de interés, y además cobra renta por las mesas con sombrilla que son para que las ocupan las visitas, y el cobro fluctúa de 10 a 20 pesos, según el tiempo de estancia.

“Y ese señor además a algún interno que se niegue a pagar el altísimo interés que cobra por un préstamo lo perjudica pagándole a algún custodio amigo de él para que lo “entalache” con trabajos denigrantes para cualquier ser humano. Y también les paga una cantidad a los mismos custodios o a algún jefe para que lo golpeen y lo encierren en el dormitorio de castigo o en el de máxima seguridad (conductas especiales).

Recientemente a todos los dueños de tiendas, como un señor de nombre Arturo Aparicio y otro de nombre Norberto Guzmán Ortega, y a varios más que tienen concesiones, ya sea de tiendas, restaurantes, fruterías y a los canasteros que venden cigarro y dulce les dijeron que si venía alguna supervisión o reporteros o diputados de algún partido político, negarán que pagan algo por trabajar.

“Les dijeron que declararan que ellos se ganan la vida con su propio esfuerzo sin pagar nada, que inclusive los del área laboral les facilitan todo para desempeñar mejor su trabajo; también para nadie es un secreto se trafica con marihuana, cocaína, heroína, la famosa piedra, el crack, el PVC e inhalantes diversos, y son contados los que trafican “con esas sustancias pues son concesionados por los mismos custodios, supervisores y demás jefes a cambio de información que sientan que les puede afectar.

“Por último, en absolutamente todos los dormitorios a la hora de cierre, que es de 06:30 a 07:00 pm, todos, absolutamente todos los custodios cobran a cada interno cantidades que fluctúan desde 1 peso, 2 pesos, 5 pesos y 10 pesos, y también si algún custodio o supervisor detecta o le informan que algún interno anda vendiendo droga, se la decomisan, le cobran una cantidad fuerte de dinero con la amenaza de que si no paga le abren otro proceso.

“Y ellos a su vez se las dan a otros de sus corredores para que la distribuyan; también los talleres de carpintería, plástico, etc., están acaparados por puros incondicionales, informadores serviles de los directivos quienes les pasan fuertes cantidades de dinero que deberían recibir los trabajadores, que reciben sueldos de hambre. Hay también aquí en el Cereso una explotación terrible.

“Respecto a los derechos humanos, que preside del Lic. Cándido, se ha convertido en cómplices y comparsas de todas las violaciones pues los que hemos estado en Tepexi o en el dormitorio “L”, hemos recibido la visita de personal de Derechos Humanos, quienes nos checan el cuerpo para ver si no hay lesiones y nos preguntan si no hemos recibido malos tratos, pero como ellos se presentan a las 12 del día, y como a esa hora todavía no se han ensañado con nosotros, nos piden, casi nos obligan a firmar un acta de que estamos bien.

“Pero no pasa ni una hora de que se retiran cuando llenan un grupo de custodios encapuchados, todos vestidos de negro, y nos dan una golpiza que nos dejan hasta desmayados y tumefactos, con heridas en todo nuestro cuerpo, inclusive algunos compañeros han quedado mal mentalmente o han perdido en gran parte de su capacidad visual.

“Aquí en el Cereso todavía de las tortura y golpizas que le propinan a uno los agentes judiciales es totalmente real y que sería como tapar el sol con un dedo si lo negaran cínicamente.

“No conformes con eso, llegando aquí al Cereso lo recomiendan a uno aquí 5 ó 6 custodios encapuchados y lo hincan a uno y lo patean en el hígado, en los riñones y en las partes nobles, siendo que ellos para lo único que están aquí es para vigilarnos y cuidarnos, ya que nuestro castigo es estar privados de la libertad, no ser vejados ni humillados, ni torturados ni física ni mentalmente. Los jueces son los únicos indicados para juzgarnos.

“Le comunicamos esto apelando a su buen criterio y a su jerarquía para que intervenga en este Cereso que prácticamente ya se convirtió en un campo de concentración, en un verdadero infierno y confiamos en usted y sabemos que no necesitamos ser periodistas ni protegidos de ningún partido político ni consentidos de nadie para poder vivir como seres humanos.

“Confiamos en usted pues conocemos de su calidad moral y sabemos que la gente de Tonalá, Chiapas, es honesta, legal y muy humana.

“Sin más por el momento y en espera de su valiosa respuesta nos despedimos más de 500 internos del Cereso de San Miguel, quienes en el momento que sintamos su apoyo y que ya vamos a poder vivir como seres humanos, nos acercaremos con todo valor y sabrán quiénes somos. Por lo pronto omitimos nuestros nombres por temor a represalias.

“Nota: El nombre de quien esto escribió a petición de más de quinientos compañeros se lo envío a un abogado notario amigo, por si existiera alguna filtración y fuera yo objeto de represalias o de la pérdida de mi vida o si fuera castigado y torturado injustamente.