07/Agosto/2005
Blanca Patricia Galindo

A la vez reconoce, y alerta a las autoridades gubernamentales, la necesidad de que la zona sea resguardada para que estos importantes hallazgos sean protegidos de manera pronta, debido a que por éstas es constante el paso de bicicletas y el estacionamiento de vehículos. 

El hallazgo de 269 huellas de humanos y animales, que datarían de hace 40 mil años, hace cada vez más fuerte la teoría de que el poblamiento del Continente Americano se dio primero en la región de Valsequillo, y no hace 12 mil 500 años en Chile, sostiene la investigadora Silvia González, quien advierte sobre el riesgo de que éstas se pierdan si no se les da la protección necesaria, pero también de que si se revela su ubicación exacta sean saqueadas para su venta ilegal. 

Mexicana de nacimiento, pero radicada en Inglaterra, donde presta sus servicios a la Liverpool John Moores University, la académica accede a dar una entrevista a <i>e-consulta</i> sobre su descubrimiento, y resume todo con una expresión: «Creo que soy una mujer con mucha suerte». 

Silvia González asegura que para definir la antigüedad de las huellas se ha usado la tecnología más moderna que existe, e incluso varios métodos, como son el fechamiento con carbono 14, la resonancia de spin magnético y la luminiscencia estimulada óptica, esta última una de las más novedosas y certeras. 

Desde las décadas de los años 60 y 70, agrega, ya se tenía conocimiento de que en la región de Valsequillo había rastros de vida antigua, pero no fue sino hasta hace dos años que comenzaron los estudios y se encontraron las pisadas humanas que datarían de miles de años atrás. 

«No me pregunten por qué, pero cuando llegué a la zona del cerro de Toluquilla vi capas de material volcánico, caminé un metro y las encontré», dice la académica que cursó sus estudios en instituciones públicas, una de ellas la UNAM. 

El hallazgo, dice, fue «un shock geológico» para ella y el equipo que la acompañaba, y se dedicaron durante dos semanas a analizar los vestigios y a realizar mapeos con gis. «Sentimos muchísima emoción». 

Poco a poco se fue confirmando la antigüedad de las pisadas, que son tanto de adultos como de niños, e incluso de algunos animales, lo que se determina por la profundidad de cada paso ya que se deja una marca diferente si se trata de una persona grande y de más peso. 

«¿Pero qué significa esto? Significa que hay nuevas rutas de migración y tiempos de arribo de humanos al Continente Americano. Se hablaba de que los primeros humanos llegaron a Chile hace 12 mil 500 años, mas para Valsequillo se manejaba la teoría de que había sucedido hace 22 mil años, y hoy se puede decir que fue hace 40 mil años». 

Hasta ahora sólo se han encontrado las pisadas y no rastros de asentamientos humanos, ya que las personas solían ser nómadas y dedicarse a la cacería y recolección de alimentos sin establecerse de manera fija. 

La protección de la zona

Silvia González es una mujer que en todo momento transmite la emoción de su hallazgo. Lo mismo ante investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) —a quienes la semana pasada les impartió una conferencia sobre este tema—, que en una entrevista ofrecida posteriormente a este medio. 

Preocupada, advierte que por ahora no pretende dar a conocer el sitio exacto en donde fueron encontrados los vestigios de vida antigua. Su postura tiene una razón: hay un alto riesgo de que parte de las huellas se pierda porque no hay nada que resguarde la zona, por demás amplia. 

A la vez reconoce, y alerta a las autoridades gubernamentales, la necesidad de que la zona sea resguardada para que estos importantes hallazgos sean protegidos de manera pronta, debido a que por éstas es constante el paso de bicicletas y el estacionamiento de vehículos. 

«Hay algo de protección porque la cantera está abandonada, pero hay otra cercana en donde todavía se da la explotación del xalnene». 

La principal preocupación de la investigadora es que las losas en que se encuentran las huellas humanas sean desprendidas, sacadas de su lugar original e incluso comercializadas por personas que no valoren su importancia histórica. 

Actualmente, comenta la académica, cuenta con el respaldo del gobierno de Inglaterra para continuar con sus investigaciones sobre el arribo de los humanos a América, para lo cual se le aprobó un proyecto por 4 millones 200 mil pesos. 

Las propuestas

Además de que continuará con su investigación sobre este tema, en donde participan especialistas mexicanos, Silvia González expresa la necesidad de que en el país se trabaje más en estos puntos. 

La académica ha realizado estudios sobre Cambios del nivel del mar, Geomorfología holocene costera y suelos en el nanovatio de Inglaterra; Extinción de la megafauna en Gran Bretaña y México durante el pleistoceno; Geoarqueología en Gran Bretaña y México; Paleomagnetismo y geoquímica de lavas cuaternarias, además de Seres humanos tempranos, extinciones gigantescas y acontecimientos volcánicos en México. 

Aquí, comenta: «Como mexicana tengo una gran deuda de gratitud con mi país», y considera que el país debe contar con un Museo de la Prehistoria de México, además de avanzar en la conformación del mapa genético de los mexicanos, «pues sólo de esa manera podremos decir cómo fuimos y cómo somos ahora». 

Respecto del Museo, indica que a la fecha no hay uno de este tipo en el país, no obstante que se tienen elementos importantes para conformarlo, como cerca de 10 mil esqueletos que están almacenados en el Museo de Antropología e Historia y que podrían ser sujetos de estudio. 

Otro caso que ha sido analizado durante años, expone, es el de «El hombre de Tepexpan», cuya antigüedad no ha sido determinada con exactitud y podría ser menor a la pensada, pero aportaría datos importantes. 

Además, está «La mujer del peñón», y ahora se tienen las huellas encontradas en la región de Valsequillo, que vienen a cambiar la teoría de la época en que el hombre llegó a América.